Es bien sabido que la lactancia materna es el mejor alimento para el bebé en sus primeros meses de vida, el oro líquido lo llaman algunos, pero no siempre es posible estar físicamente con él, por ello, son especialmente útiles los bancos de leche materna en casa.
Consiste en un propio almacén de nuestra leche materna, creado siguiendo unas pequeñas pautas para que se conserve de forma adecuada, con el fin de poder dárselo al bebé cuando no esté la madre.
Es frecuente empezar a crearlo con la reincorporación al trabajo o la entrada del bebé a la escuela infantil, pero se puede realizar en cualquier momento a partir del primer mes.
Os dejo unas pequeñas pautas para que la creación del banco de leche sea un éxito:
-Fundamental el lavado previo de manos, el pecho no es necesario lavarlo antes, con la higiene diaria es suficiente.
-Se pueden emplear recipientes de vidrio o plástico libres de BPA, en estos casos es importante que estén limpios y a ser posible esterilizados. También hay disponibles en farmacias bolsas de almacenamiento de leche materna, en mi opinión, lo más cómodo.
-La extracción se puede realizar con un extractor manual o con uno electrónico. De nuevo, en mi opinión, más vale invertir en uno eléctrico si vais a sacaros leche muchas veces.
-Se puede extraer la cantidad que se quiera, pero a la hora de la conservación se recomienda guardar la medida de la cantidad de leche que tome el bebé. Como no siempre se sabe, especialmente en el caso de la lactancia materna exclusiva, se recomienda conservar en medidas de 50-100 ml, para que no sobre, ¡ya hemos dicho que es oro líquido.
-La extracción de puede realizar:
- Después de cada toma del bebé. Con lo que sobre de ésta e ir juntándolo todo a lo largo del día.
- Cuando el bebé duerma más, por ejemplo a la noche, después de la última toma.
- Dando una toma de leche artificial y extraer esa toma.
- Y por supuesto, realizando extracciones cuando no se está con el bebé y toca la toma.
-Muy importante, apuntar en el envase el día, la hora y la cantidad de leche extraída.
-En cuanto se extrae se debe meter en la nevera, evitando la puerta por los posibles cambios de temperatura al abrir y cerrar la nevera.
-Cuando ya esté frío, si se quiere, se puede congelar.
-Leches de un mismo día se pueden juntar y congelar.
-Si vas a llevar fuera de casa alguna bolsa de leche, usa bolsas isotérmicas con acumuladores de frío.
Y por último, recordaros los auténticos bancos de leche, que son centros especializados donde las madres donan su leche de forma altruista, siendo los más beneficiados recién nacidos enfermos o prematuros de en el área de neonatos del hospital. Si tenéis leche en exceso puede ser una buena opción para ayudar a otras familias.
¿Tenéis más dudas? Os leo en mis redes sociales y os ayudo en lo que pueda ❤
Cristina Carrillo. Tu farmacéutica a un "clic" 