Sustancias del tabaco: lo que realmente estás inhalando

Cuando pensamos en el tabaco solemos asociarlo con la nicotina y la adicción. Sin embargo, esta es solo la punta del iceberg. El humo de un cigarrillo contiene más de 7.000 sustancias químicas, de las cuales al menos 250 son tóxicas y más de 70 son cancerígenas, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Por ello, quiero destacar las sustancias peligrosas y qué efectos provocan en tu cuerpo, incluso desde la primera calada.

Las sustancias más dañinas del tabaco

Fumar un cigarrillo no solo introduce nicotina al organismo. Durante la combustión del tabaco se generan decenas de compuestos altamente tóxicos, entre los que destacan:

1. Nicotina

  • Es la sustancia responsable de la adicción.
  • Estimula el sistema nervioso y provoca liberación de dopamina, generando placer y dependencia.
  • Aumenta la frecuencia cardíaca, la presión arterial y favorece la enfermedad cardiovascular.

2. Monóxido de carbono.

  • Gas tóxico que se une a la hemoglobina e impide el transporte de oxígeno.
  • Provoca fatiga, daño cardíaco y favorece enfermedades coronarias.

3. Alquitrán

  • Mezcla de compuestos que se depositan en los pulmones.
  • Produce irritación, inflamación y es responsable de la mayoría de los cánceres de pulmón asociados al tabaco.

4. Formaldehido

  • Común en productos industriales, es altamente irritante.
  • Está clasificado como cancerígeno por la IARC (Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer).

5. Cianuro de hidrógeno

  • Tóxico para el sistema respiratorio.
  • Interfiere con la respiración celular y daña gravemente los tejidos.

¿Y los cigarrillos electrónicos?

Aunque se promocionan como una alternativa «más segura», los vapers también contienen nicotina y otras sustancias nocivas. Su efecto a largo plazo todavía se está investigando, pero no están exentos de riesgos, incluidos los no fumadores.

En definitiva, fumar no solo es una cuestión de nicotina y hábito: es una exposición directa a una mezcla tóxica que afecta a todo el cuerpo desde el primer cigarrillo. Conocer lo que realmente se inhala puede ser un primer paso hacia el cambio.

Tu farmacéutico te puede ayudar

Aunque dejar de fumar es difícil, la buena noticia es que con apoyo profesional y tratamientos adecuados, se multiplica por 2 o 3 la probabilidad de éxito. Aquí es donde el farmacéutico se convierte en un agente fundamental de salud pública. De esta manera ya son muchas las farmacias que ofrecen este servicio asistencial de cesación tabáquica.

El farmacéutico es uno de los profesionales sanitarios más accesibles. Su cercanía, disponibilidad y confianza por parte del paciente lo posicionan de forma privilegiada para: detectar fumadores activos, ofrecer consejo, motivar, acompañar en el tratamiento y educar al paciente.

El farmacéutico no solo dispensa medicamentos: puede salvar vidas acompañando al paciente en su camino para dejar de fumar. Su intervención, basada en evidencia y reforzada por su cercanía, es uno de los recursos más potentes y aún infrautilizados en la lucha contra el tabaquismo.

Instituto Nacional del Cáncer (España)

Organización Mundial de la Salud (OMS)

Centers for Disease Control and Prevention (CDC)

Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC)