La piel mixta o grasa puede ser un verdadero reto. Brillos en la zona T, poros dilatados, puntos negros y brotes de acné ocasionales o persistentes son problemas comunes que muchas personas enfrentan a diario. Pero la buena noticia es que con una rutina bien diseñada, basada en evidencia científica, es posible mantener la piel limpia, equilibrada y libre de imperfecciones.
Hoy os ayudo con una guía completa, paso a paso, para cuidar tu piel mixta o grasa, prevenir brotes y tratar las imperfecciones de forma eficaz.
¿Por qué aparecen las imperfecciones?
Las imperfecciones se producen cuando los poros se obstruyen con sebo (grasa natural de la piel), células muertas y, en algunos casos, bacterias como Cutibacterium acnes. Las pieles mixtas y grasas tienden a producir más sebo, lo que favorece la aparición de puntos negros, granos y brotes de acné.
Factores como el estrés, el ciclo hormonal, el uso de cosméticos comedogénicos o una limpieza inadecuada pueden empeorar la situación.
Rutina Anti-Imperfecciones Paso a Paso
1. Limpieza: El Primer Paso Fundamental
Dos veces al día (mañana y noche)
Una buena limpieza es clave para evitar que los poros se obstruyan. Opta por un gel limpiador suave, sin sulfatos agresivos, con pH fisiológico.
Ingredientes recomendados:
- Ácido salicílico (BHA): penetra el poro y ayuda a limpiarlo desde dentro.
- Niacinamida: antiinflamatoria, reduce el sebo y mejora el tono de la piel.
- Zinc: ayuda a regular la producción de grasa.
Evita los jabones tradicionales, el alcohol y los exfoliantes físicos agresivos.
2. Tonificación (opcional pero útil)
Un tónico suave puede ayudar a regular el pH, controlar el exceso de sebo y preparar la piel para los siguientes pasos. Evita los tónicos astringentes con alcohol.
Opciones eficaces:
- Tónicos con ácido salicílico
- Agua de hamamelis (en baja concentración)
- Niacinamida
3. Hidratación: Sí, también para pieles grasas
Muchas personas con piel grasa evitan la hidratación por miedo a «engrasar» más la piel, pero es justo lo contrario: una piel deshidratada produce más sebo.
Busca fórmulas:
- Oil-free, no comedogénicas
- Textura gel, fluido o loción
- Con ácido hialurónico, niacinamida, pantenol o zinc PCA
4. Protección Solar
La exposición solar sin protección puede empeorar el acné, oscurecer marcas y acelerar el envejecimiento de la piel.
Elige protectores solares:
- FPS 30 o superior
- Oil-free, no comedogénicos
- Textura gel o fluida (ideal: geles acuosos o siliconados)
5. Tratamientos Locales Nocturnos
Aquí es donde puedes incorporar activos específicos para tratar granitos, marcas o prevenir brotes.
Para granos activos:
- Peróxido de benzoilo (2.5–5%)
- Ácido salicílico
- Adapaleno o retinoides tópicos
Para marcas post-acné:
- Ácido azelaico (10–15%)
- Niacinamida
- Retinoides (mejoran textura y pigmentación)
- Exfoliantes químicos suaves (AHA/BHA, 1–2 veces/semana)
⚠️ Si usas retinoides o AHAs, es fundamental el uso de fotoprotector al día siguiente.
Hábitos que ayudan (más de lo que crees)
- Evita tocarte la cara o manipular granos.
- Cambia la funda de almohada con frecuencia (2 veces/semana).
- Limpia tus brochas y móviles con regularidad.
- Reduce el consumo de azúcares simples.
- Bebe suficiente agua y cuida tu alimentación.
- Prefiere maquillaje oil-free y no comedogénico.
¿Cuándo acudir al dermatólogo?
- Si el acné es moderado o severo.
- Si hay lesiones inflamatorias, quistes o nódulos.
- Si aparecen cicatrices.
- Si el problema afecta tu autoestima o calidad de vida.
Un dermatólogo puede valorar el uso de tratamientos más eficaces bajo prescripción médica, como antibióticos tópicos, retinoides orales o isotretinoína.
Tu farmacia te puede ayudar en la prevención y tratamiento de las imperfecciones, el farmacéutico desempeña un papel fundamental. No solo está capacitado para asesorarte sobre los productos más adecuados según tu tipo de piel, sino que también puede ayudarte a identificar los activos más eficaces y a combinarlos de forma segura, evitando interacciones o irritaciones.
Además, el farmacéutico es un profesional sanitario accesible sin necesidad de cita previa, por lo que puedes consultar tus dudas, revisar tu rutina cosmética y recibir orientación fiable y basada en evidencia en cualquier momento.
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