
Nadie quiere ponerse malo de viaje, menos aún cuando se está de vacaciones, pero desgraciadamente eso ocurre, por lo que nunca está de más llevar un pequeño botiquín de viaje para posibles altercados sanitarios.
¿Quién no se ha olvidado alguna vez de algo a la hora de hacer la maleta? Seguro que ya gran mayoría, el problema aparece cuando se trata de un tema de salud, cuanto antes se solucione mejor.
Os dejo unas pequeñas pautas para elaborar vuestro botiquín y que no os falte de nada:
-Analgésico / antipirético (para tratar la fiebre), los más habituales son paracetamol e ibuprofeno.
-Antidiarreico, destaca aquí la Loperamida.
-Antiséptico como clorhexidina.
-Medicamento para el mareo, el clásico Dimenhidrinato.
-Tiritas para posibles heridas y apósitos para las ampollas,
-Repelente de mosquitos y un gel/spray para las picaduras.
-Protección solar y aftersun o crema reparadora.
Un botiquín de viaje debe ir acorde al destino, a los viajeros y a sus patologías. no es lo mismo irte a la selva tropical que a una estación de esquí, por lo que más vale revisarlo antes de llevarlo, también por posibles medicamentos y productos sanitarios caducados, los cuales se pueden depositar en el punto SIGRE de la farmacia para su correcta destrucción.
Por último, siempre es importante mirar las posibles vacunas si se va a un lugar extranjero, así como llevar toda la documentación de la medicación que se toma y por supuesto, no olvidar la tarjeta sanitaria o el seguro médico que hayamos contratado.
Esperemos que el botiquín de viaje vuelva intacto de las vacaciones porque no haya hecho falta usarlo.
¡Felices vacaciones!
https://www.sanidad.gob.es/profesionales/saludPublica/sanidadExterior/salud/infVacunas.htm